Comunidades de México, Centroamérica y África han sido víctimas durante años tanto de la violación de derechos humanos de mineras canadienses como de la debilidad de sus gobiernos locales para ponerles freno ante la falta de control por parte del propio Canadá, un país con reputación de benevolente, han reiterado informes de organizaciones civiles y textos de la prensa extranjera.
El Primer Ministro Justin Trudeau está de visita en el país con su discurso aparentemente inclusivo. Pero el 25 de abril de 2016, recibió una carta de más de 180 organizaciones de América Latina y otros países que le solicitaban regular el comportamiento voraz y represivo de las compañías mineras canadienses en el extranjero. La ignoró.
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