La masacre de Nochixtlán, Oaxaca donde 11 personas perdieron la vida, más de cien quedaron heridas y 18 fueron sacadas de un funeral para ser presentadas como detenidas por la Policía Federal, no sólo muestra el grave retroceso democrático que vive México, donde a una manifestación civil se responde con el uso de armas de fuego de calibre pesado pese a estar prohibidas para disuadir cualquier protesta social en los protocolos internacionales.
desinformemonos.org | Leer nota