El derrame tóxico ocurrido en la mina La Perla, en el municipio de Camargo, Chihuahua, la cual pertenece a la empresa Grupo Acerero del Norte (GAN), controlador de Altos Hornos de México, propiedad del empresario Alonso Ancira, no se ha atendido ni remediado. Tanto el consorcio como el sindicato han querido ocultar el desastre que, se calcula, fue mayor a los 40 mil metros cúbicos de residuos y metales pesados.
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