Hace 10 meses, Nadia Gómez Moraga, de 32 años, presumía una piel blanca y lozana. Ahora, la mayor parte de su cuerpo, excepto el rostro, está repleto de manchas negras, producto de una erupción cutánea que inició un mes después del derrame de 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico de la mina Buenavista del Cobre de Grupo México, en los ríos Sonora y Bacanuchi.
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