Son las 06:25 de la tarde. La audiencia pública de Cabildo, en la que participarán representantes del proyecto minero Los Cardones, comenzó. A esa hora el sol debería menguar su ímpetu, pero ocurre así. El asfalto del estacionamiento de Palacio Municipal de La Paz da la sensación de caminar en carbón incandescente. Insoportable. Al subir las escalinatas principales me percato que una tela enorme cuelga en lo alto de uno de los edificios del ayuntamiento: “¡¡SI A LOS CARDONES!! SI A LA MINERIA RESPONSABLE; SI AL DESARROLLO DE LOS PUEBLOS (sic)”.

Sentados en la explanada cientos de personas. Un grado centígrado más y las sillas de plástico se derriten. Los hombres, mujeres y niños supuestamente apoyan a Grupo Invecture, Desarrollos Zapal y la extravagante idea de sacar oro de la Reserva Biósfera Sierra La Laguna. Lucen agotados. Las botellas con agua en las tres hieleras que estaban a disposición de los participantes se acabaron. Se ven distraídos, porque no escuchan lo que sucede adentro, a diferencia de los ciudadanos y ciudadanas que manifestaron su rechazo a la empresa extractiva, la mañana de ese jueves seis de agosto.

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