Con la promesa de acceder a nuevas reservas de gas y petróleo, la práctica del fracking (fracturación hidráulica) se extiende en América Latina con consecuencias como el desplazamiento de comunidades, colapso de la agricultura, contaminación del agua y del suelo. Tan sólo en Estados Unidos se han perforado 9 mil pozos con ese fin y esto se prevé trasladarla a México.
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