Un reciente reporte del Monitoreo Geológico de EU (USGS, por sus siglas en inglés) de su gobierno identificó ocho estados (¡supersic!) en la región central y oriental, donde las operaciones de fracking han derivado a incrementos dramáticos de terremotos debido «primordialmente (sic) a la inyección del agua de desecho en las operaciones de excavación en los pozos subterráneos» al «activar placas tectónicas que en algunos casos eran desconocidas».
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